Bebidas ricas en electrolitos.

En un mundo donde reinan las bebidas deportivas como Gatorade, cada vez más marcas están lanzando complementos de electrolitos comercializados para personas que desean aumentar su hidratación.

La siguiente es la opinión del Jefe de enfermedades renales e hipertensión del Hospital Universitario North Shore en Manhasset, Nueva York, Dr  Steven Fishbane, nefrólogo

Para la mayoría de las personas sanas, los electrolitos suplementarios no son necesarios porque el cuerpo es eficaz para regularse a sí mismo, a menos que haya condiciones o medicamentos que interfieran con esos procesos y órganos.

El sodio es el electrolito más común en la sangre, siendo el cloruro [de potasio] el segundo más común.

Estos electrolitos, junto con la humedad, se pierden a través de la transpiración.

La sudoración excesiva causada por el calor intenso o el ejercicio extenuante puede agotar rápidamente el cuerpo, y para la mayoría de las personas sanas, estas son las situaciones en las que tomar electrolitos suplementarios es más beneficioso, aunque no necesario.

Incluso sin consumir una bebida deportiva o un polvo electrolítico, el cuerpo eventualmente repondrá los electrolitos por sí solo a través de la dieta regular y el consumo de agua.

Lo que comemos varía cada día y el cuerpo es increíblemente bueno para mantener el equilibrio.

Después de comer y beber, el cuerpo retiene suficiente sodio y cloruro de potasio para reponer lo perdido por la transpiración.

Y el combustible no tiene por qué provenir de un producto rico en electrolitos.

En definitiva, consumir unas papas fritas y un vaso de agua logrará el mismo objetivo de reponer electrolitos que tomar Gatorade.

La mayoría de las personas no necesitan preocuparse por consumir demasiados electrolitos porque los riñones filtran cualquier exceso de electrolitos, como lo hacen con otros productos de desecho.

El órgano más importante del cuerpo para mantener la homeostasis, el equilibrio de los electrolitos y otros factores, son los riñones.

Por supuesto si una parsona padece alguna enfermedad renal, todo se complica un poco.

La enfermedad renal, la diabetes y las enfermedades cardíacas son las tres principales afecciones que alteran el equilibrio del organismo, lo que puede causar efectos secundarios como la retención de cloruro de sodio o potasio.

Casi todos los medicamentos que se toman hoy en día para las enfermedades cardíacas causan retención de potasio.

Las personas con enfermedades cardíacas corren el riesgo de sufrir hiperpotasemia, o un exceso de potasio en la sangre.

Los pacientes con enfermedades cardíacas también pueden retener un exceso de agua y Na, lo que puede causar inflamación o, peor aún, edema pulmonar.

Puede haber ocasiones donde se hece necesario reducir el cloruro de potasio pero esto es particularmente complicado debido a que muchos alimentos nutritivos tienen un alto contenido de potasio.

Por un lado, esta directiva protege a los pacientes de los efectos de la acumulación de potasio, pero también les impide comer frutas y verduras y beneficiarse de las vitaminas, los antioxidantes, la fibra y los fitonutrientes.

Los pacientes que toman diuréticos pueden presentar el problema opuesto: podrían estar perdiendo electrolitos a un ritmo mayor del que su cuerpo los repone.

Artículo extraído de:

https://www.medpagetoday.com/popmedicine/cultureclinic/115231

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