La alimentación complementaria guiada por el bebé o baby-led weaning (BLW) es uno de los métodos de alimentación en el primer año de vida, al iniciar la alimentación complementaria (AC) a la lactancia, y se basa en que el propio lactante elige los alimentos que ingiere, evitando el uso de cuchara y la técnica del avioncito por el cuidador.
Las ventajas que atribuyen enlistan: estimular la autonomía al comer, la elección del alimento, favorecer el desarrollo de la sensación de saciedad en el lactante, disminuyendo el riesgo posterior de obesidad; estimulación con la introducción de alimentos con distintas texturas y sabores, y el mejor desarrollo de su coordinación motora (visión-mano-boca).
Sin embargo, la evidencia científica de respaldo a estos beneficios es escasa. La preocupación de la comunidad médica más importante es la posibilidad de alimentación con bajo aporte calórico, con déficit secundario del desarrollo de la talla, déficit de hierro y episodios de atragantamiento. Pero tampoco hay evidencia seria sobre estos riesgos.
Para el BLW se recomienda mantener lactancia materna exclusiva desde el nacimiento hasta la introducción de alimentos, aunque esta situación no es obligatoria. También se puede utilizar este modelo con lactancia en biberón.
La AC se introducirá cuando el lactante adquiera la posición sentada, la coordinación mano-boca y capacidad de deglución, coincidiendo aproximadamente a los 6 meses de edad. Se le ofrecerán alimentos de distintos grupos que pueda tomar con las manos, generalmente en forma de barra, siendo él mismo quien elige los alimentos y la cantidad a comer.
La AC debe iniciarse con alimentos de textura suave, aumentando la dureza según avance la erupción dental. La mayoría de los padres aboga por la introducción de los mismos alimentos que ingiere la familia, predominando el grupo de frutas y verduras, lo cual podría producir una ingesta calórica total inferior a la recomendada.
La mayor preocupación por parte de padres y médicos es el riesgo de episodios de atragantamiento. A la fecha no hay evidencia de estos eventos durante el BLW. Se recomienda evitar la exposición a alimentos demasiado duros (turrones, frutos secos…) y mantener siempre la presencia de un adulto mientras el lactante se esté alimentando.
En niños prematuros, o con retraso en el desarrollo psicomotor, o con riesgo potencial de desarrollar alergias alimentarias o malformaciones craneofaciales, el BLW no será el método más adecuado para introducir la AC en estos niños.
De ser el BLW el método de elección de los padres para alimentar a sus hijos, el profesional debe vigilar que la elección de los alimentos, su preparación (inclusión de sal, azúcar y micronutrientes) y la ganancia ponderal del paciente sean adecuados, así como evitar riesgos asociados a una capacidad motora insuficiente.
No existe recomendación en contra de que los niños no puedan ser alimentando alternando el BLW con la alimentación con cuchara de parte del cuidador.