Fuerza, Movimiento y Bienestar: El Ejercicio Como Tratamiento para la Depresión en Adultos Mayores

Escrito por Karin Kopitowski

Una revisión sistemática de 80 ensayos clínicos aleatorizados con más de 5500 participantes evaluó los efectos de diferentes tipos y dosis de ejercicio sobre la depresión en adultos mayores.

Los resultados destacaron que los ejercicios de resistencia, como el entrenamiento con pesas o bandas elásticas, y las prácticas cuerpo-mente, como el yoga y el tai chi, son las intervenciones más efectivas. Estos tipos de actividad mostraron una reducción significativa en los niveles de depresión, seguidos por el ejercicio aeróbico y las combinaciones de ejercicios, aunque con menor impacto.

Además, se identificó una relación dosis-respuesta en forma de “U”, con beneficios máximos a dosis moderadas, aproximadamente 390 minutos metabólicos (MET-min) por semana. Esto equivale, por ejemplo, a 30 minutos de caminata rápida o una clase de yoga tres veces por semana. Este hallazgo es crucial porque demuestra que incluso niveles de ejercicio inferiores a los recomendados por la OMS pueden ser efectivos, facilitando la adherencia en poblaciones mayores.

Los autores concluyen que estos beneficios se logran con dosis moderadas y destacan que el ejercicio puede ser un tratamiento complementario valioso para la depresión. Sin embargo, no todos los tipos de actividad física tienen el mismo impacto: los ejercicios de resistencia y cuerpo-mente lideran, mientras que el ejercicio aeróbico y las combinaciones pueden ser alternativas viables para quienes prefieran un enfoque más variado.

¿Qué significa esto en el consultorio?

Como médicos de familia, es esencial incorporar estos hallazgos en nuestras conversaciones con los pacientes. Informarles que el ejercicio puede ser una herramienta poderosa para el manejo de la depresión amplía su menú de opciones terapéuticas. Más importante aún, la elección del tipo de ejercicio y su intensidad debe ser una decisión compartida, basada en las preferencias, valores y posibilidades de cada persona.

En la práctica, esto significa recomendar actividades que sean accesibles y atractivas para el paciente. Puede ser una caminata en el parque, una clase de yoga o un programa sencillo de entrenamiento de fuerza. Lo importante es empezar con objetivos alcanzables y ajustarlos según las capacidades individuales. Este enfoque no solo mejora los resultados terapéuticos, sino que también refuerza la autonomía y el bienestar general.

El ejercicio, en la dosis adecuada, tiene el potencial de transformar la salud emocional de los adultos mayores. Más allá de los beneficios físicos, es una herramienta que conecta cuerpo y mente, ofreciendo una forma efectiva y accesible de abordar la depresión desde un enfoque integral y centrado en la persona.

Tian S, Liang Z, Tian M, et al. Comparative efficacy of various exercise types and doses for depression in older adults: a systematic review of paired, network and dose-response meta-analyses. Age Ageing. 2024 Oct 1;53(10):afae211. doi: 10.1093/ageing/afae211. (Systematic review)

Loading

Deja una respuesta

Imprimir
×