Amigdalectomía parcial en niños con trastornos respiratorios en el sueño

La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una consulta frecuente de la población infantil, fundamentalmente en edad entre 2 y 8 años debido a la hipertrofia del tejido linfático que ocurre en estas edades del crecimiento infantil. Los familiares de pacientes suelen confundir y asociar a los ronquidos con esta condición de forma automática.  La AOS confirmada por polisomnografía está asociada con una amplia gama de morbilidades cardiovasculares y cognitivas aún en discusión. La extirpación quirúrgica de las amígdalas y adenoides se considera el tratamiento de primera línea para la AOS en niños mayores de dos años con hipertrofia adenoamigdalina, por lo demás sanos, según lo recomendado en las directrices de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) y la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (AAO-HNS), casi sin discusión en casos severos y con trastornos del desarrollo y del aprendizaje, pero continúa muy discutida en la mayoría de los niños que, formando parte del universo de los ronquidos con o sin trastornos respiratorios, puedan tener polisomnografías con afección leve a moderada y sin repercusión de su desarrollo.

La adenoamigdalectomía es uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes practicados a niños en EEUU, con más de 300.000 anuales de los cuales el 59% se aplicó por obstrucciones a la vía aérea, 42% a faringitis recurrentes, y 30% AOS, las tres causas más frecuentes.  

Para cualquiera de los motivos a operar, la decisión debe interesar el riesgo de complicaciones o de persistencia de la enfermedad después de la cirugía, con los futuros beneficios para cada paciente. Es muy importante evaluar a los niños sometidos a adenoamigdalectomía por trastornos respiratorios después de la operación para determinar la resolución de los síntomas y  la necesidad de evaluación o tratamiento adicional.

El examen físico de las fauces que consiste básicamente en el tamaño amigdalino y adenoideo entre los detalles más importantes, asi como los cuestionarios específicos para evaluar síntomas diurnos o nocturnos en niños con sospecha de trastornos respiratorios durante el sueño no son lo suficientemente precisos para compararse con la polisomnografía, el gold standard, ya que ésta identifica los trastornos respiratorios, y su gravedad, aunque nunca se ha validado como predictor de riesgos de resultados adversos de los procedimientos y de la respuesta del resultado terapéutico de la intervención, además de ser compleja y muy costosa. A menudo, también hay una disparidad entre las medidas de polisomno y la gravedad de los síntomas clínicos. 

Además los niños con síntomas diurnos y nocturnos graves pueden tener resultado de polisomno normal; y los ronquidos y los síntomas se han asociado con anomalías cognitivas y conductuales incluso en ausencia de AOS documentada en la PSG. Y también, al contrario, los niños que roncan y que de otro modo son asintomáticos ocasionalmente tienen trastornos respiratorios graves en el estudio. Los niños con síntomas y signos de AOS, pero polisomno negativos, aún pueden beneficiarse de la adenoamigdalectomía……..

De las técnicas quirúrgicas, la más practicada es la amigdalectomía extracapsular o amigdalectomía total, procedimiento que extirpa el tejido completo y su fascia.

La amigdalectomía intracapsular (también conocida como amigdalectomía subtotal o parcial o “amigdalectomía”) se utiliza cada vez más para el tratamiento de AOS en niños, pero su función óptima aún no está clara. Intenta remover sólo las porciones obstructivas del parénquima amigdalino, intentando ofrecer ventajas en el tiempo de intervención y riesgo de sangrado.

En un metaanálisis de 32 estudios, que incluía 17 ensayos aleatorizados de amigdalectomía parcial o amigdalectomía tradicional en niños con AOS, la amigdalectomía parcial se asoció con un mejor tiempo de recuperación y un menor riesgo de complicaciones postoperatorias, pero con un mayor riesgo de recrecimiento amigdalino, AOS recurrente y reintervención, en comparación con la amigdalectomía tradicional. A pesar del elevado número de ensayos, la calidad de la evidencia sigue siendo limitada debido a la heterogeneidad, el alto riesgo de sesgo y la falta de seguimiento a largo plazo. Se necesitan más estudios para identificar las características individuales de los pacientes que predicen el beneficio a largo plazo de las amigdalectomías.

Todavía quedan pendientes muchos matices a aclarar de esta situación cada vez más frecuente en la consulta de medicina familiar, ya enlistada en el top ten de los sobrediagnósticos y sobretratamientos.

 

Bibliografía
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