Leucemia mieloide crónica

La leucemia mieloide crónica (LMC) tiene una incidencia anual de 2 casos por cada 100.000 personas y se diagnostica en aproximadamente 9300 personas al año (datos de Estados Unidos).

Observaciones:

La leucemia mieloide crónica es una neoplasia mieloproliferativa caracterizada por la presencia del cromosoma Filadelfia, definido por el oncogén BCR::ABL1 , que se desarrolla tras la fusión del ABL1 protooncogén con el gen BCR , constitutivamente activo.

En el hemograma completo, un recuento de glóbulos blancos persistentemente elevado puede indicar LMC, especialmente si se presentan porcentajes de mielocitos, metamielocitos o basófilos superiores a lo normal, o un recuento de plaquetas persistentemente elevado.

Si bien no existe un valor de corte específico para el diagnóstico de LMC, la mayoría de los pacientes presentan un recuento de glóbulos blancos superior a 15 × 10 9 /L, con un frotis periférico que muestra hematopoyesis desplazada a la izquierda y ocasionalmente basofilia.

A menudo, los síntomas causados ​​por la LMC están relacionados con anemia (p. ej., fatiga, dificultad para respirar) o esplenomegalia (p. ej., pérdida de peso, saciedad precoz).

Aproximadamente el 90 % de las personas con LMC presentan una fase crónica indolente, definida como una cantidad inferior al 10 % de blastos en sangre o médula ósea, ausencia de evidencia extramedular de leucemia, un recuento de basófilos inferior al 20 % y un recuento de plaquetas de 100 a 1000 × 10. 9 /L.

La etapa más avanzada es la fase blástica de la LMC (LMC-EB), caracterizada por:

La Organización Mundial de la Salud como un 20% o más de blastos/células inmaduras y por el

MD Anderson Cancer Center y European LeukemiaNet como un 30% o más.

Aproximadamente entre el 1% y el 2% de los pacientes con LMC presentan LMC-EB.

Desde el año 2000, los inhibidores de la tirosina quinasa (Tq) de primera generación dirigidos a BCR::ABL1 , como el imatinib, y los TKI de segunda generación, como el bosutinib, el dasatinib y el nilotinib, han mejorado la mortalidad relacionada con la LMC del 10% al 20% anual al 1% al 2% anual, de modo que los pacientes con LMC tienen tasas de sobrevida similares a las de una población general de la misma edad.

La FDA ha aprobado seis inhibidores de la tirosina quinasa (Tq) BCR::ABL1 , incluidos cinco de primera línea (imatinib, dasatinib, bosutinib, nilotinib y asciminib) y cinco aprobados para el tratamiento tras la progresión de la enfermedad a pesar del tratamiento inicial (dasatinib, bosutinib, nilotinib, ponatinib y asciminib).

Los efectos en la mejora de la sobrevida son similares con todos los (-)Tq.

Aclaramiento de BCR::ABL1 con los inhibidores de la tirosina quinasa (-)Tq de segunda y tercera generación.

La adherencia al tratamiento es importante para mantener la respuesta al tratamiento.

Todos los (-)Tq se asocian con toxicidad hematológica, como mielosupresión, y con efectos adversos adicionales específicos del agente, como

Derrame pleural (dasatinib)

Eventos arteriooclusivos como IAM, ACV y enf arterial periférica (nilotinib, ponatinib),

Trastornos gastrointestinales (bosutinib)

Aumento de la amilasa y la lipasa con pancreatitis (ponatinib, asciminib, nilotinib).

Estos efectos adversos deben considerarse al seleccionar un (-)Tq.

El trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas es una terapia razonablemente segura, con tasas de curación que oscilan entre el 20 % y el 60 %, según el estadio de la LMC en el momento del trasplante.

El trasplante de células madre está reservado para pacientes con LMC que no responden a los (-)Tq de segunda generación, aquellos con intolerancia a múltiples (-)Tq o aquellos con LMC en fase acelerada o LMC-BP.

Conclusiones:

La leucemia mieloide crónica es una neoplasia mieloproliferativa que generalmente se trata eficazmente con inhibidores de la tirosina quinasa ((-)Tq), lo que mejora la sobrevida de forma similar a la de la población general de la misma edad.

Muchos pacientes requieren terapia continua con (-)Tq.

Por lo tanto, la terapia con(-)Tq debe seleccionarse considerando los efectos adversos, y se debe ayudar a los pacientes a maximizar la adherencia al tratamiento con (-)Tq.

Referencia:
JAMA. 2025;333(18):1618-1629. doi:10.1001/jama.2025.0220

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