Escrito por Karin Kopitowski
Un reciente ensayo clínico aleatorizado, realizado en cuatro centros de Estados Unidos entre junio de 2019 y enero de 2023, evaluó la efectividad de diferentes enfoques de atención para personas con demencia y sus cuidadores. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos:
- Atención basada en el sistema de salud: proporcionada por un especialista en demencia de práctica avanzada.
- Atención comunitaria: ofrecida por un trabajador social, enfermero o terapeuta licenciado.
- Atención habitual: sin intervención específica adicional.
Se incluyeron 2176 díadas (persona con demencia y su cuidador). La edad promedio de las personas con demencia fue de 80.6 años, con un 58.4% de mujeres y un 20.6% de participantes de origen afroamericano o hispano. Los cuidadores tenían una edad promedio de 65.2 años, siendo el 75.8% mujeres y el 20.8% de origen afroamericano o hispano.
Los resultados principales evaluados fueron la severidad de los síntomas neuropsiquiátricos en las personas con demencia, medida a través del cuestionario NPI-Q (rango de 0 a 36, donde puntuaciones más altas indican mayor severidad), y la carga percibida por los cuidadores, evaluada mediante el Índice Modificado de Sobrecarga del Cuidador (rango de 0 a 26, con puntuaciones más altas indicando mayor carga).
Al finalizar el estudio en agosto de 2023, más del 99% de los participantes fueron evaluados en los resultados primarios, y 1,343 participantes (62% de los inscritos y 91% de los que seguían vivos y no se habían retirado) completaron el estudio durante los 18 meses de seguimiento.
No se encontraron diferencias significativas entre los grupos de intervención y el grupo de atención habitual en cuanto a la severidad de los síntomas neuropsiquiátricos o la carga del cuidador. Las medias ajustadas por mínimos cuadrados (LSM) para las puntuaciones del NPI-Q fueron 9.8 para el grupo de atención del sistema de salud, 9.5 para el grupo de atención comunitaria y 10.1 para el grupo de atención habitual. Las diferencias entre los grupos fueron las siguientes:
- Atención del sistema de salud vs. intervención comunitaria: diferencia de 0.30 (IC del 97.5%, -0.18 a 0.78).
- Atención del sistema de salud vs. atención habitual: diferencia de -0.33 (IC del 97.5%, -1.32 a 0.67).
- Atención comunitaria vs. atención habitual: diferencia de -0.62 (IC del 97.5%, -1.61 a 0.37).
Para el Índice Modificado de Sobrecarga del Cuidador, las LSM fueron 10.7 para el grupo de atención del sistema de salud, 10.5 para el grupo de atención comunitaria y 10.6 para el grupo de atención habitual. Las diferencias entre los grupos fueron:
- Atención del sistema de salud vs. atención comunitaria: diferencia de 0.25 (IC del 97.5%, -0.16 a 0.66).
- Atención del sistema de salud vs. atención habitual: diferencia de 0.14 (IC del 97.5%, -0.70 a 0.99).
- Atención comunitaria vs. atención habitual: diferencia de -0.10 (IC del 97.5%, -0.94 a 0.74).
Solo en el resultado secundario de autoeficacia del cuidador se encontraron diferencias significativas a favor de las intervenciones en comparación con la atención habitual, pero no entre las intervenciones. Las LSM fueron 15.1 para el grupo de atención del sistema de salud, 15.2 para el grupo de atención comunitaria y 14.4 para el grupo de atención habitual. Las diferencias fueron:
- Atención del sistema de salud y atención comunitaria: diferencia de -0.16 (IC del 95%, -0.37 a 0.06).
- Atención del sistema de salud vs. atención habitual: diferencia de 70 (IC del 95%, 0.26 a 1.14).
- Atención comunitaria vs. atención habitual: diferencia de 0.85 (IC 95% 0.42 a 1.29).
Conclusión
En este ensayo aleatorizado de programas de atención a la demencia, no se encontraron diferencias significativas entre las intervenciones basadas en el sistema de salud y las basadas en la comunidad, ni entre cualquiera de las intervenciones activas y la atención habitual, en cuanto a los síntomas conductuales de los pacientes y la carga del cuidador.
Relevancia clínica
Este estudio subraya una realidad frecuente en la práctica médica: intervenciones que, en teoría, parecen prometedoras, pueden no ofrecer los resultados esperados cuando se implementan en escenarios reales. A pesar de que tanto la atención basada en el sistema de salud como la comunitaria fueron diseñadas para mejorar los síntomas neuropsiquiátricos en personas con demencia y reducir la carga de sus cuidadores, los hallazgos indican que no superaron a la atención habitual en estos aspectos.
Este desenlace pone de relieve la importancia de generar evidencia de alta calidad antes de adoptar nuevas estrategias en la atención de poblaciones vulnerables. La investigación clínica rigurosa es esencial para evaluar la eficacia real de intervenciones propuestas y evitar la implementación de prácticas que, aunque bien intencionadas, pueden no aportar beneficios significativos o incluso podrían conllevar recursos y esfuerzos que no se traducen en mejoras sustanciales para los pacientes y sus cuidadores.
Referencia: Reuben DB, Gill TM, Stevens A, et al. Health System, Community-Based, or Usual Dementia Care for Persons With Dementia and Caregivers: The D-CARE Randomized Clinical Trial. JAMA. Published online January 29, 2025. doi:10.1001/jama.2024.25056