En el radar de la medicina familiar: ¿Estamos listos para la “prevención de precisión”?

Escrito por Karin Kopitowski

La US Preventive Services Task Force (USPSTF) sigue marcando la pauta en salud preventiva con recomendaciones clave en tamizajes, consejería y medicamentos preventivos, pero ahora nos enfrenta a una pregunta intrigante: ¿podemos llevar nuestras intervenciones hacia la “prevención de precisión” sin perder de vista la practicidad y la equidad?

La premisa es sencilla, pero ambiciosa: usar modelos más complejos para identificar con precisión quién puede beneficiarse más de una intervención preventiva. Esto podría significar que, en lugar de tamizar a amplias poblaciones, nos enfoquemos en aquellas personas con el mayor balance beneficio-riesgo. Por ejemplo, en el cáncer de pulmón, un modelo basado en pocos factores de riesgo clave (edad, sexo, tabaquismo) mostró ser más eficiente que las recomendaciones actuales: prevenía más muertes por cáncer de pulmón con menos tomografías. Parece un sueño, ¿no? Pero, como suele pasar, el diablo está en los detalles.

1. ¿Podemos generalizar?

Los ensayos clínicos que sustentan las recomendaciones actuales suelen trabajar con criterios simples de inclusión, como “fumadores con 20 paquetes-año”. Pero si empezamos a usar modelos de riesgo más complejos que mezclen factores como genética, exposición ambiental o densidad mamaria, ¿podemos estar seguros de que los beneficios y daños se mantendrán en otras poblaciones? La USPSTF ya lidió con esta incertidumbre en su recomendación sobre aspirina para prevenir preeclampsia, al intentar generalizar evidencia de mujeres con hipertensión crónica a otras con combinaciones de factores de riesgo distintos. Mientras más nos alejemos de los criterios originales de los ensayos, menos seguros estaremos.

2. Tiempo y tecnología en el consultorio

Imaginemos el día a día: estamos con cinco pacientes atrasados y ahora se nos pide usar modelos de riesgo que requieren múltiples datos y tecnología avanzada. Esto no solo implica barreras de implementación, sino que podría requerir ensayos clínicos para demostrar que el modelo completo (evaluación + intervención) realmente funciona. Además, ¿qué pasa si no contamos con el soporte tecnológico adecuado? ¿Cuánto esfuerzo más se nos puede pedir sin colapsar?

3. Equidad en riesgo

Aquí está el verdadero elefante en la sala: si los modelos complejos de prevención de precisión dependen de tecnología costosa y sistemas bien financiados, ¿qué sucede con las clínicas que atienden a las poblaciones más vulnerables? La prevención de precisión corre el riesgo de volverse un lujo, incrementando las inequidades en lugar de reducirlas.

El ensayo WISDOM, que compara tamizajes anuales de mama con uno personalizado (considerando edad, densidad mamaria y genética), es un ejemplo prometedor de lo que podría venir. Pero aún queda camino por recorrer: necesitamos investigaciones que evalúen no solo la efectividad de estos modelos, sino también si pueden implementarse equitativamente en la atención primaria.

Por ahora, la USPSTF parece estar jugando a dos puntas: entusiasmada por el potencial de la prevención de precisión, pero comprometida con mantener sus recomendaciones basadas en evidencia, simples de aplicar y accesibles para todos los médicos y pacientes. Después de todo, ¿de qué sirve una recomendación brillante si no se puede implementar en el consultorio?

Como médicos de familia, estamos en el frente de batalla de la prevención. La prevención de precisión suena emocionante, pero debemos preguntarnos: ¿cómo afectará nuestro flujo de trabajo? ¿Qué pasará con los pacientes más vulnerables? Este enfoque puede ser un arma de doble filo: una oportunidad para hacer más con menos, pero también un desafío que exige sistemas de salud más integrados, tecnología accesible y una visión ética que no deje a nadie atrás.

¿Será esta la evolución lógica de la prevención? El tiempo y la evidencia lo dirán. Mientras tanto, vale la pena reflexionar: ¿qué tan precisos queremos ser sin dejar de ser humanos?

Referencia: Barry MJ, Silverstein M, Nicholson W. The US Preventive Services Task Force and Precision Prevention. JAMA. 2025;333(2):117-118. doi:10.1001/jama.2024.22537.

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