Escrito por Karin Kopitowski
¿Qué pasa cuando lo que prometía cambiar vidas también las complica?
Mensaje clave
Los agonistas de GLP-1 prometen una revolución en el manejo del peso, la diabetes y el riesgo cardiovascular. Pero, ¿es justo recetar terapias con altísimo costo, alta discontinuación y efectos rebote devastadores?
El dilema en 3 actos
El milagro esperado: GLP-1 ha transformado nuestra visión del manejo cardio-metabólico: reducción de peso, control metabólico y menos eventos cardiovasculares. Todo parecía indicar que habíamos encontrado la “bala mágica”.
El costo oculto
En la práctica, más de la mitad de los pacientes abandonan el tratamiento en el primer año, muchas veces por costos o efectos adversos. Lo que sigue es preocupante:
– Reganancia de peso significativa
– Rebote metabólico
– Posible deterioro en la calidad de vida y aumento de riesgo cardiovascular
El choque ético
¿Es ético prescribir una terapia que muchos no podrán sostener? ¿Estamos creando una “dependencia farmacológica” que no podemos garantizar a largo plazo? ¿Por qué esto es importante para la medicina familiar? Porque conocemos a las personas, no solo a los números:
El impacto de la discontinuación no es solo físico; hay angustia, frustración y a veces, pérdida de confianza en el sistema.
Porque somos la primera línea en el manejo de expectativas: ¿estamos explicando lo que implica iniciar un tratamiento como este?
Porque debemos cuestionar el sistema: ¿es justo que quienes más podrían beneficiarse sean los que menos pueden acceder o sostenerlo?
Una invitación a la reflexión
¿Cómo balanceamos el entusiasmo por una tecnología prometedora con el impacto real en las vidas de nuestros pacientes? ¿Qué responsabilidad tenemos en anticipar y mitigar los efectos negativos de su discontinuación? ¿Estamos contribuyendo a perpetuar desigualdades en salud al recetar lo inalcanzable?
Frase para pensar
“Prescribir no es solo una decisión clínica; es una decisión ética que reverbera en la vida y el sistema.”
Basado en: Khan et al. JAMA, 2024