Artritis idiopática juvenil

La artritis idiopática juvenil, (antes enfermedad de Still y también artritis reumatoidea juvenil) se presenta en aproximadamente 1 cada 1000 niños por alguno de los subtipos afectando de forma física, emocional o socialmente.

Como el comienzo de la enfermedad suele ser insidioso, el retraso en el diagnóstico de la enfermedad expone al niño a sufrir lesiones irreversibles y limitaciones físicas importantes. 

Una de las causas más importantes en el retraso diagnóstico es el bajo conocimiento de los médicos en atención primaria sobre este problema.

Un estudio reportó que el conocimiento de los pediatras en España es muy bajo. Si bien la muestra no es representativa de la población de pediatras en ese país, los resultados del estudio fueron similares a los de otros países donde el estado les ofrece un buen sistema de educación médica contínua.

En un análisis del examen de certificación de American Board of Pediatrics, menos del 2% de las preguntas del examen tenían contenidos de reumatología.

En un gran estudio de serie de casos, donde se siguió a niños con sospecha diagnóstica entre 1990 y 2005 en Pensilvania, 136 casos fueron diagnosticados.

Los síntomas más destacados fueron: fiebre 98%, artritis 88% (8% monoartritis, 45% oligoartritis y 47% poliartritis); 81% exantema y un 31% linfadenopatías.

Al comienzo de la enfermedad siempre hay artralgias y las artritis pueden no ser prominentes.

Las muñecas, rodillas y tobillos son las áreas más afectadas, pero las manos, columna cervical, caderas y temporomandibulares suelen verse afectadas.

La fiebre es diaria pero intermitente, llegando a picos que superan los 38,5º, alternando con períodos afebriles de muy buen estado general. La fiebre puede hacer más de un pico diario.

Con frecuencia puede haber una erupción macular, color rosa salmón, de diferentes tamaños con ligera palidez central. A menudo la erupción puede afectar lugares dispersos y puede aparecer en forma fugaz. Es común que pueda no notarse en individuos de piel oscura. Es común que evolucione paralelo a los picos febriles, desapareciendo si el paciente está afebril.

En pocos pacientes puede ser pruriginosa y volverse urticariana si el paciente se ha rascado mucho.

Con menor frecuencia puede presentar derrame pleural, pericárdico, adenopatías, esplenomegalia, hepatomegalia y hepatitis.

El laboratorio puede alterarse observando leucocitosis con valores mayores a 20.000, trombocitosis en el rango de entre 500.000 y 800.000, aumento de la ferritina y la eritrosedimentación, ligera elevación de enzimas hepáticas. No se reconocen marcadores serológicos específicos para esta condición.

El diagnóstico es clínico y casi de exclusión, teniendo en cuenta los patrones de fiebre que deben persistir no menos de dos semanas contínuas, y de afección articular que deben permanecer no menos de 6 semanas de duración.

 

 

Bibliografía:

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http:// www.pres.eu/activities/scientific-and-clinical/educationalinstruments-andtools.html

Egert Y, Egert T, Costello W, Prakken BJ, Smith EMD, Wulffraat NM. Children and young people get rheumatic disease too. Lancet Child Adolesc Health 2019;3:8-9.

Dwyer, A.C. and Althouse, L.A. Validity evidence for the general pediatrics board certification examinations: a practice analysis. J Pediatr. 2018; 203: 4–6

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