Disfunción eréctil

La disfunción eréctil es la incapacidad para lograr y/o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.

Como vimos en la actividad núcleo que presentó el Dr. Omar Layús, existen múltiples alternativas para su abordaje. 

El objetivo de esta publicación es resumir algunos conceptos claves acerca del tratamiento de la disfunción eréctil.

Medicación vía oral: sildenafil y tadalafilo

Son inhibidores de la fosfodiesterasa 5, generando vasodilatación y aumento del volumen sanguíneo en los cuerpos cavernosos del pene. Comparados entre sí tienen una efectividad similar, que varía entre 70-75%. No generan la erección automática. La efectividad desciende en los pacientes vasculares severos. No se pueden usar junto a derivados de la nitroglicerina, y se debe tener cuidado con alfa-bloqueantes (tamsulosina) por el efecto hipotensor. Como efecto adverso pueden generar rubicundez, cefalea o congestión nasal.

Sildenafil

Viene en diferentes presentaciones: vía oral (se traga directo) y la oral masticable; se recomienda utilizar los comprimidos masticables por vía sublingual para mejorar su absorción.

Se debe usar entre 1:30-2 horas antes de las relaciones sexuales, y preferentemente alejado de las comidas.

Tadalafilo
La dosis de 5 mg se debe utilizar de forma diaria y continua, lo cual posibilita mejor espontaneidad. Se puede agregar un refuerzo previo a las relaciones sexuales de ser necesario (20 mg de tadalafilo o  50 mg de sildenafil).

Tiene otra presentación, para el uso ocasional, en dosis de 20 mg en única toma. Con este preparado el efecto se sostiene entre 48 y 72 hs, por lo tanto no requiere consumirlo con 2 hs de anticipación (como sí se usa el sildenafil).

Aplicación inyectable de drogas vasoactivas

Se practica por inyección en el interior del pene por su cara ventral (con jeringa y aguja del tipo insulina), lo que permite titular adecuadamente la dosis a elegir. Se inyecta de un solo lado (un cuerpo cavernoso) y el efecto de la erección es completo, (porque el flujo de sangre aumentará en ambos cuerpos cavernosos). Son fármacos dilatadores derivados de la prostaglandina E1 (alprostadil), que puede presentarse también junto a fentolamina o papaverina. Generan vasodilatación entre 5-20 minutos después de aplicado, generando la erección automática, que puede sostenerse hasta 1-3 horas. No se deben indicar en pacientes con Peyronie, leucemias y trastornos crónicos de la médula ósea.

Terapia de onda corta

Es una terapéutica a través de ondas de choque de baja intensidad. Recomendada para pacientes no respondedores al tratamiento farmacológico oral. La aplicación se realiza por sesiones, el total del tratamiento es de 4 sesiones de 20 minutos, que no requiere internación ni anestesia. Estimula la neovascularización permitiendo aumentar la respuesta a la medicación oral. Tiene una efectividad del 60%, sobre todo en los pacientes con disfunción de origen vascular (no responde a disfunción por etiología hormonal o neurológica). Se indica concomitante a las drogas vasodilatadoras.

Bomba de vacío

Es un instrumento neumático de vacío que produce aspiración causando la erección a través de la creación de un vacío parcial que atrae sangre hacia el pene, aumentándolo en tamaño y longitud. Consta de tres componentes: un cilindro de plástico en el que se introduce el pene; una bomba, que expulsa el aire del interior del cilindro; y una banda elástica, que impide el flujo de sangre desde el pene hacia el organismo y que se coloca alrededor de la base del pene para mantener la erección tras la extracción del pene del cilindro, y durante la relación sexual.

Prótesis peneanas

Cuando los tratamientos vía oral u ondas de choque fallaron, puede utilizarse la prótesis de pene. Según datos en el HIBA, la satisfacción referida es del 95% ya que no afectan la sensibilidad eyaculatoria y orgásmica. 

Prótesis maleable o mecánica (Spectra, AMS)
Es un dispositivo plástico semirrígido que al implantarse permite que el pene esté siempre en erección, pero puede orientarse en tres posiciones diferentes: recta/elevada para las relaciones sexuales; hacia abajo, para la micción; y posición normal o doblada, a fin de disimularlo con la ropa. (Precio U$S 2000)

Prótesis hinchables (Alpha-1, Titan)
Las prótesis hidráulicas o hinchables pueden tener dos o tres componentes.
Las de dos componentes consisten en dos cilindros flexibles rellenos de suero salino estéril que se insertan en los cuerpos cavernosos y que están conectados a un dispositivo de bomba, con función también de reservorio, que se instala en el escroto. Para conseguir la erección debe apretarse la bomba escrotal varias veces, lo que transferirá el líquido desde el reservorio a los cilindros. Para su vaciamiento, y conseguir la flacidez del pene, es suficiente con doblar los cilindros hacia abajo durante unos diez segundos, lo que hará que el líquido vuelva al reservorio. 

Las prótesis de tres componentes son las más sofisticadas y están compuestas por dos cilindros que se implantan en los cuerpos cavernosos, siendo independiente la bomba del reservorio, ya que el sistema de bombeo se coloca en el escroto y el reservorio en el peritoneo o en el espacio laterovesical, como lugares más habituales. (Precios U$S 7000-7500)

Actualmente en el HIBA no existe cobertura para los tratamientos que no sean la medicación vía oral.

En la presentación del Núcleo no se mostró ningún algoritmo de manejo particular. Pero el Dr Layus dejó claro que ante la consulta del paciente con este síndrome, el primer escalón de abordaje serían: la recomendación de uso de los fármacos orales, la bomba de vacío y la consulta sexológica.
Las inyecciones en genitales y la terapia de onda corta serían alternativas de segundo nivel.
Las prótesis peneanas se ofrecen como última opción.
Este orden no significa que los pacientes no puedan optar en primera instancia por las diferentes opciones. 

Loading

Deja una respuesta

Imprimir
×