La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y exceptuando lo relacionado con las recomendaciones sobre la exposición solar no es tan frecuente que hablemos sobre su cuidado.
La piel seca no es un problema serio de la salud, pero dado que la capacidad de la piel para retener la humedad disminuye con la edad, algunas personas pueden manifestar algunos malestares como:
- sensación de piel tirante y áspera
- descamación
- picazón
Si la sequedad es severa puede facilitar:
- fisuras o grietas, la piel abierta puede a la vez permitir infecciones
Se puede prevenir:
- Tomando agua para lograr una buena hidratación
- Evitando la calefacción excesiva
- Usando agua tibia para el baño o ducha
- Utilizando guantes, gorros, bufanda especialmente en los climas fríos y ventosos
- Evitando la exfoliación en exceso
- Duchándose luego de asistir a una pileta con cloro
- Evitando la exposición solar
- Hidratando la piel luego de afeitarse
Cierto tipo de ocupación laboral puede predisponer a la sequedad de la piel, como aquellas personas que sumergen frecuentemente las manos en el agua o trabajan con cemento, tierra y diferentes tipos de polvos.
Hidratación:
Para comprender cómo se hidrata la piel nos sirve conocer que está compuesta por varias capas celulares, la capa externa de la piel está compuesta por células muertas, que a pesar de estar muertas cumplen una función. Entre célula y célula de esta capa se retiene agua lo que permite que la piel se mantenga suave y flexible. Como ya mencionamos, con la edad la piel va perdiendo la capacidad de retener líquidos, perdiendo estas cualidades y favoreciendo la descamación. La piel seca se debe a la pérdida de agua, no de las grasas de la piel.
Si se desea mantener la piel hidratada contamos con productos efectivos para lograrlo. En general todas las cremas hidratantes que se comercializan pueden ayudar en el tratamiento de la piel seca. La mayoría son emulsiones de aceite en agua. El agua hidrata la capa externa de la piel y el aceite retiene el agua evitando que se evapore y se pierda. La vaselina, otras sustancias aceitosas (lanolina, lecitina, aceite mineral, alcohol cetílico, etc.) y algunas siliconas pueden cumplir la función de retener el agua en la piel, por lo que forman parte de muchas cremas hidratantes. La vaselina evita que se evapore el agua de la piel, y si es aplicada posteriormente al baño favorecerá una mayor hidratación, sin embargo ha sido dejada de lado por las cremas hidratantes que presentan menor untuosidad.
Con este mismo principio, una costumbre que viene de culturas de climas fríos es usar algún aceite que al día de hoy podría ser aceite mineral o de almendras o aceites cosméticos directamente sobre la piel húmeda después de la ducha y antes del secado. De esta manera el aceite se distribuye más rápido y fácilmente y la piel queda de algún modo protegida del frío. Para las personas a las que les resulta tedioso colocarse cremas esta opción puede ser una manera práctica de mantener un mínimo de hidratación ya que el aceite, si bien no humecta ni hidrata, lo que hace es evitar la pérdida de agua.
Las diferenciaciones comerciales de las cremas que mencionan las características no comedónicas, hipoalergénicas o la incorporación de vitaminas dentro de los ingredientes no son sustanciales a la hora de elegir una crema, ya que la mayoría comparten estas características y las vitaminas probablemente no tengan mucho efecto sobre la hidratación. Algunas cremas tienen ácido hialurónico en su fórmula que contribuiría a la hidratación, pero que como hemos visto no es indispensable.
Conviene aclarar que la vitamina A que se utiliza para la disminución de las arrugas y aumento del colágeno es el ácido retinoico, otros tipos de vitamina A que suelen adicionarse en las cremas hidratantes no tendrían este mismo efecto.
Los humectantes, como la glicerina y la urea entre otros, actúan atrayendo el agua de las capas más profundas de la piel y también del medio ambiente. En general se combinan con sustancias aceitosas.
Por último, para las personas que presentan piel gruesa y grietas en el talón podemos sugerir el uso de piedra para limar las asperezas y cremas hidratantes con ácido láctico.