Mencionamos a estos pequeños parásitos y casi inmediatamente comenzamos a rascarnos la cabeza. Los piojos, si bien no traen problemas serios en la salud, son el incordio de muchos niños en edad escolar y también el de sus padres. Tratando de encontrar una forma de erradicarlos se han utilizado desde vinagre y mayonesa hasta sustancias tóxicas. El principal problema radica en que a pesar de contar con tratamientos efectivos, la infección recurre por el fácil contagio. En este texto además de repasar su tratamiento, proponemos dejar de lado algunos mitos.
Contagio fácil
Ha quedado claro que la presencia de piojos no está relacionada con la higiene, no importa cuán limpio esté el cuero cabelludo, los piojos se diseminan fácilmente sobre todo entre los niños en edad escolar, aunque pueden ser contraídos por los adultos también. Las hembras de los piojos pueden llegar a poner hasta trescientos huevos (liendres) a lo largo de sus tres semanas o cuatro semanas aproximadas de vida, que se convierten en adultos en un plazo de seis a nueve días, por lo que cuanto más rápido actuemos será más sencilla su erradicación.
El contagio puede ser directo, digamos que de cabeza a cabeza, o puede ser indirecto, ya que el piojo puede vivir algo más de 24 horas fuera del cuerpo humano y así transmitirse indirectamente a través de ropa, sábanas, toallas, sombrero y peines; por este motivo se recomienda lavar lo que haya sido utilizado por la persona afectada. Los piojos no saltan, no vuelan ni nadan, pero evidentemente no lo han necesitado para llegar a ser una de las parasitosis más extendidas mundialmente.
Manifestaciones
Además de la conocida picazón que provocan, ante la cuál siempre hay que sospechar la presencia de estos parásitos aunque no sean evidentes en una primer inspección, también podemos observar una erupción en el cuero cabelludo, cuello y hombros. Eventualmente se puede complicar al infectarse la piel por el rascado. La presencia de una sola liendre o incluso solo de prurito justifica el inicio de tratamiento.
Tratamientos
El tratamiento consiste en general en el uso de lociones y shampoos y en la eliminación de las liendres. No podemos dejar de mencionar el método más económico, la extracción manual facilitada con el uso del peine fino metálico con el cabello húmedo con o sin acondicionador (crema de enjuague) que permite un mejor desplazamiento del peine.
Los productos más utilizados:
La permetrina al 1-1,5% es el pediculicida más estudiado y ampliamente utilizado. Actúa asfixiando y paralizando al piojo. Se puede utilizar a partir de los 2 meses de edad. Si bien resulta eficaz debido a su uso prolongado ha generado cierta resistencia de los piojos a este pediculicida, algunos recomiendan concentraciones superiores o asociaciones que potencien su efecto.
La dimeticona es una silicona que recubre al piojo y lo asfixia. No actúa como insecticida, es transparente e inodora y menos irritante. Resulta útil y segura. Es una alternativa buena a la permetrina.
La Ivermectina es una droga que resulta efectiva tanto en por vía oral como en loción para aplicar sobre el cuero cabelludo. Se puede utilizar en loción a partir de los 6 meses de edad. Su indicación por vía oral debe ser indicada por el médico y se prescribe ante situaciones particulares.
Los aceites esenciales de plantas aromáticas despiertan interés por su baja toxicidad, aunque pueden no resultar igualmente efectivos.
Casi todas las lociones tienen el mismo modo de empleo, se recomienda igualmente leer atentamente las instrucciones. En general se recomienda aplicar la loción en todo el cuero cabelludo con el pelo seco y limpio, dejar actuar 10 minutos, enjuagarlo. Utilizar el peine fino con frecuencia. Repetir el procedimiento en una semana.
Una alternativa económica es la vaselina sólida, no mataría los piojos pero los inmoviliza permitiendo su arrastre. Con la misma idea se han utilizado otros aceites e incluso mayonesa, pero la gran desventaja es cosmética, porque engrasan el cabello y no es sencillo eliminar la grasitud. Si se decide su uso debería colocarse al menos una vez por semana y dejarlo actuar durante unas horas. La principal ventaja de estos productos es que son carentes de toxicidad y económicos.
Una parte importante del tratamiento es eliminar los huevos (liendres), los peines de metal con dientes finos son más efectivos que los de plástico. Se sugiere pasar el peine cada 7 a 10 días.
Importante:
No debe usarse kerosene, porque penetra a través de piel y puede producir daño hepático, ni “remedios caseros” que impliquen “mezclas con alcohol”.
Nunca deben usarse pipetas de uso veterinario ni lo publicitado como aceite mágico pediculicida, estos productos son altamente tóxicos y pueden comprometer la salud.
Si bien el uso de vinagre está muy extendido, no hay clara evidencia de que su uso sea beneficioso. Podría ser eficaz a concentraciones que resultan muy irritantes. Además si se pone a la vez que otros productos podría inactivarlos y hacer que el tratamiento sea menos eficaz.
Los acondicionadores pueden ser útiles para utilizar el peine fino, pero no debe utilizarse si se administró algún pediculicida porque podría inactivarlo.
No existen lociones ni shampoos que tengan un efecto preventivo. La mejor prevención es evitar compartir cepillos, peines o ropas con personas que tengan piojos y revisar con frecuencia la cabeza de los niños en edad escolar aplicando el tratamiento de ser necesario.
Algunas personas pueden tener una mayor predisposición al contagio, se les recomienda más allá del tratamiento, el uso frecuente de peine fino.