¿Sabés qué es Baby led Weaning?

Durante el crecimiento y desarrollo del niño lactante, la incorporación de alimentos semisólidos y sólidos, alrededor del sexto mes de vida, es una situación fundamental para cubrir las necesidades nutricionales, aunque la leche continúe siendo el alimento principal de ese momento, y para la incorporación de un menú variado y amplio que permite incorporar con los años toda la pirámide alimenticia.

Si bien, históricamente, las sociedades médicas han recomendado iniciar la alimentación ofreciendo los alimentos a cucharaditas, en textura de papillas, progresando paulatinamente los diferentes grupos de alimentos, la OMS en el 2002 propuso incorporar a los niños en la dieta familiar, permitiendo que el niño se sirva en cada comida de un menú variado, tomado con sus propias manos, para permitir decidir cuánto comer y cuándo detener la ingesta.

Esta estrategia conocida como Baby Led Weaning (BLW), es considerada porque parecería mejorar la incorporación de alimentos nuevos para el niño, facilitar la autorregulación energética, y se cree disminuye la obesidad y sus comorbilidades en la niñez y adultez, sin generar mayor riesgo de asfixia ni de carencia vitamínica ni oligoelementos nutritivos.

Si bien no hay acuerdo cerrado sobre en qué mes se debe iniciar la incorporación de semisólidos en general, para algunos desde los 4 y otros hasta los 6 meses, para recomendar BLW se debe esperar hasta los 6, porque el niño debe poder mantenerse sentado sin ayuda, poder tomar los alimentos y llevarlos a la boca, y de preferencia sobre alimentos blandos, para que el niño pueda triturarlos fácilmente antes de deglutir.

De esta forma, si bien todavía falta mucha evidencia que la respalde, esta estrategia, apoyada del adiestramiento a los padres para supervisar al niño mientras come, y sobre la oferta de los alimentos adecuados, puede ser una alternativa a considerar, aunque todavía necesita de más estudios, y con mayor cantidad de pacientes, para demostrar que la alimentación con los dedos permite una nutrición adecuada sin riesgos de sofocación.

Uno de los últimos estudios que se publicaron, basado en una población de 206 mujeres embarazadas de Nueva Zelanda, aleatorizadas a alimentar a sus hijos con la forma convencional (cuchara) vs. BLW. En este trabajo se observó que los episodios de sofocación, o náuseas, fue igual en ambos grupos, medido mediante un cuestionario a contestar en diferentes momentos de entre los 6 a los 12 meses.

Si querés leer sobre el tema, te recomendamos que leas los siguientes artículos:

Cameron SL, Heath ALM, Taylor RW. How feasible is baby-led weaning as an approach to infant feeding? A review of the evidence. Nutrients. 2012;4:1575-609

Cameron SL, Heath AL, Taylor RW. Healthcare professionals’ and mothers’ knowledge of, attitudes to and experiences with, baby-led weaning: a content analysis study.BMJ Open. 2012;2:e001542

Morison BJ, Taylor RW, Haszard JJ Schramm CJ, Williams Erickson L, Fangupo LJ, et al. How different are baby-led weaning and conventional complementary feeding? A cross-sectional study of infants aged 6-8 months. BMJ Open. 2016;6:e010665.

Fangupo LJ, Heath AM, Williams SM, Williams LWE, Morison BJ, Fleming EA, et al. A baby-led approach to eating solids and risk of choking. Pediatrics. 2016;138 (4). pii: e20160772.

 

Dr .Diego Terceiro
Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria
Hospital Italiano de Bs As

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