Definí la obesidad, no dejes que la obesidad te defina a vos

Esta pieza es traducción de ‘This EBM Focus was written by Katharine DeGeorge, MD, MS, Senior Deputy Editor at DynaMed and Associate Professor of Family Medicine at the University of Virginia’. Edited by Alan Ehrlich, MD, FAAFP, Executive Editor at DynaMed and Associate Professor in Family Medicine at the University of Massachusetts Medical School; Dan Randall, MD, MPH, FACP, Senior Deputy Editor at DynaMed; McKenzie Ferguson, PharmD, BCPS, Senior Clinical Writer at DynaMed; Rich Lamkin, MPH, MPAS, PA-C, Clinical Writer at DynaMed; Matthew Lavoie, BA, Senior Medical Copyeditor at DynaMed; Hannah Ekeh, MA, Senior Associate Editor II at DynaMed; and Jennifer Wallace, BA, Senior Associate Editor at DynaMed.

Escrito por Karin Kopitowski

Punto Práctico
Es probable que pronto contemos con un nuevo marco para diagnosticar la obesidad, que requiere evidencia tanto del deterioro clínico de la función corporal como del exceso de adiposidad, incluso con un IMC considerado “normal”.

Perla de Medicina Basada en Evidencia
La técnica Delphi es un método utilizado en diversas áreas (economía, salud, ciencia) para lograr sistemáticamente consenso entre expertos en un tema específico. Se basa en respuestas anónimas, estructuradas e iterativas a preguntas para identificar áreas de acuerdo.


Los medicamentos para la obesidad están en boca de todos últimamente, y cada vez se los considera más como una opción de tratamiento a largo plazo para esta enfermedad crónica. Para muchos médicos y profesionales de la salud, recibir constantes mensajes sobre autorizaciones previas, restricciones de formularios y faltantes en farmacias hace que el aroma a sobreuso se sienta cada vez más fuerte. Pero si la obesidad es una epidemia, ¿cómo podría considerarse un sobreuso el intentar resolverla por cualquier medio posible? Tal vez el problema radique en cómo definimos actualmente la obesidad, simplemente como tener un IMC ≥ 30 kg/m². ¿Y si el marco conceptual sobre el cual nosotros (y la industria farmacéutica) hemos construido un imperio contra la obesidad está equivocado?

Recomendaciones publicadas recientemente en The Lancet por una nueva Comisión Global sobre Obesidad Clínica proponen un sistema que utiliza tanto datos antropométricos como clínicos para separar a las personas con IMC o peso elevado en subgrupos clínicos y preclínicos, basándose en nuevos criterios diagnósticos que incluyen evidencia objetiva de exceso de adiposidad (que no necesariamente requiere un IMC elevado) y evidencia de deterioro clínico en las funciones del cuerpo.

La Comisión estuvo integrada por 58 expertos, algunos de ellos viviendo con obesidad, que representaron diferentes especialidades médicas y países. Se encuestó sistemáticamente al panel usando una técnica Delphi modificada, logrando consenso unánime en 49 de 82 afirmaciones y consenso casi unánime (>90%) en otras 33 afirmaciones adicionales. Estas afirmaciones consensuadas llevaron a la creación de criterios diagnósticos específicos para diagnosticar obesidad clínica tanto en adultos como en niños y adolescentes.

La Comisión reconoce que la obesidad es una condición heterogénea, con un amplio espectro de fenotipos. Por ejemplo, algunas personas con obesidad pueden tener problemas de salud significativos derivados únicamente de la obesidad, mientras otras personas con IMC elevado podrían mantener una función y salud normales durante toda su vida. El marco propuesto por la Comisión distingue entre obesidad, obesidad clínica y obesidad preclínica de la siguiente manera:

  • Obesidad: Exceso de adiposidad únicamente, con o sin deterioro funcional resultante.
  • Obesidad clínica: Exceso de adiposidad que causa enfermedad sistémica crónica con disfunción en órganos o tejidos, o limitaciones en las actividades diarias.
  • Obesidad preclínica: Exceso de adiposidad con función preservada, pero con un riesgo generalmente incrementado de desarrollar obesidad clínica u otras comorbilidades.

En resumen, este cambio deja de centrarse exclusivamente en el IMC y otros marcadores indirectos, y pone el foco en evidencia de disfunción relacionada con el exceso de adiposidad. Esto permite dirigir los esfuerzos de prevención y tratamiento hacia la obesidad preclínica y clínica, en lugar de centrarse solo en la obesidad en términos de peso o IMC.

Hace tiempo sabemos que el IMC es una medida imperfecta: su uso lleva a infradiagnosticar la obesidad sarcopénica (poca masa muscular con alta adiposidad corporal) y a sobrediagnosticar a personas musculosas (como fisicoculturistas). Algunos puristas han sugerido utilizar mediciones de composición corporal para diagnosticar la obesidad, pero aún no existe un método de bajo costo universalmente recomendado para ello. Una ventaja de este método propuesto es que exige evaluar el deterioro funcional relacionado con la adiposidad usando criterios clínicos específicos y consistentes. Si usamos el IMC como prueba inicial de cribado (en personas no embarazadas), podrían surgir tres grupos diferentes: atletas musculosos (poca adiposidad y sin enfermedad), personas con mucha adiposidad pero sin enfermedad aparente (obesidad preclínica) y personas con alta adiposidad y enfermedad (obesidad clínica). El diagnóstico basado en estas recomendaciones consensuadas es a la vez sistemático y matizado.

Si se adopta, la propuesta de esta Comisión podría cambiar radicalmente cómo entendemos la obesidad tanto en poblaciones como en individuos. Teóricamente reduciría tanto el infra- como el sobrediagnóstico de obesidad, permitiendo orientar mejor las medidas preventivas y terapéuticas, y potencialmente mejorando los resultados poblacionales. Este nuevo modelo de definición de obesidad también podría reducir el estigma asociado a ella, desplazando el foco desde el peso corporal hacia la presencia de deterioro clínico. Y quién sabe, quizá eventualmente conduzca a un uso más juicioso y apropiado de los agonistas GLP-1.

Así que estate atento/a para ver si las grandes organizaciones relacionadas con la obesidad adoptan estas nuevas definiciones. Porque cuando definimos la obesidad con un enfoque holístico y matizado, finalmente podemos dejar de permitir que la obesidad nos defina a nosotros.

Referencia: Lancet Diabetes Endocrinol. Publicación temprana online, 14 enero 2025.

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