La endometriosis es una condición debilitante bastante común, que afecta a las mujeres en edad reproductiva.
Síntomas
Por lo general, se presenta con menalgia y dolor durante las relaciones sexuales, pero también puede haber dolor pélvico generalizado, dolor al defecar, infertilidad, así como otros síntomas gastrointestinales y del tracto urinario inferior.
Debido a la gran cantidad de síntomas asociados y la superposición con otras afecciones, los pacientes pueden pasar de un especialista a otro, lo que podría retrasar el diagnóstico y el tratamiento efectivo.
Hay muchas teorías diferentes en cuanto al origen y el desarrollo de la endometriosis.
La más popular es que es un producto de la llamada “menstruación retrógrada”, aunque esta teoría no tiene en cuenta los diversos sitios anatómicos donde se encuentra el tejido de la endometriosis.
Con mayor frecuencia, los nódulos se observan en la pelvis, aunque en alrededor del 10% de las personas con endometriosis se encuentran más lejos.
Los sitios donde se han encontrado nódulos fuera de la pelvis incluyen sitios quirúrgicos, la región umbilical, el diafragma y la pleura.
Cada vez hay más conciencia sobre la endometriosis torácica.
Es posible que los síntomas no se correspondan completamente con la presencia del tejido endometral. Sin embargo, lo que parece claro es que la enfermedad, principalmente en respuesta a la estimulación hormonal, provoca efectos inflamatorios locales que, en última instancia, pueden procesarse como dolor y causar disfunción orgánica.
Se estima que el tiempo de retraso del diagnóstico es en promedio 8 años con lo que existe un impacto resultante en la salud mental, la capacidad de funcionar y los efectos nocivos en la educación, el trabajo y las relaciones sexuales.
¿Qué pedir?
Las guías inglesas NICE recomiendan una ecografía pélvica o una resonancia para hacer el diagnóstico.
Si existe una sospecha de endometriosis sobre la base de los síntomas, se pueden iniciar tratamiento, aunque es importante lograr un diagnóstico con imágenes para ayudar a planificar una estrategia de tratamiento, guiar la necesidad de interconsulta y estar alerta de otros diagnósticos diferenciales (patología ovárica, adenomiosis y fibromas).
Es importante recordar que las imágenes son operador dependiente y una prueba negativa no excluye la presencia de la enfermedad.
Hay estudios que analizan el papel de los biomarcadores y otras pruebas no invasivas para mejorar el diagnóstico de la endometriosis, pero hasta ahora la sensibilidad de tales pruebas es generalmente baja.
La laparoscopía puede ser necesaria para diagnosticar la enfermedad y sigue siendo para muchos el patrón oro.
Tratamiento
Las opciones de tratamiento incluyen modificaciones en el estilo de vida, analgésicos, modificación hormonal y cirugía.
La elección del tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas, así como de las preferencias del paciente y de la experiencia previa con el tratamiento.
En 2017, NICE publicó guías prácticas útiles para el manejo de mujeres con sospecha de endometriosis. (1)
Estos sirven como un marco útil para el tratamiento.
El tratamiento gradual implica analgésicos, hormonas y agentes neuropáticos.
Muchas mujeres consideran que las intervenciones en el estilo de vida, incluidos los cambios en la dieta, los ejercicios y las estrategias de modificación psicológica/conductual, son útiles para controlar los brotes de síntomas.
Los medicamentos para el dolor se usan comúnmente, incluidos antiinflamatorios no esteroideos, los agentes neuropáticos y la interconsulta con los especialistas de dolor.
El pilar del tratamiento médico es reducir la estimulación cíclica de las lesiones endometriósicas.
Según la elección de la paciente y el historial médico, se pueden recetar anticonceptivos combinados, tratemiento sólo con progesterona o DIU liberador de progesterona.
En una pequeña cohorte seleccionada de mujeres a las que otros tratamientos no han ayudado y que tienen un diagnóstico confirmado, se usaron análogos de GnRH iynyectable, pero rara vez se pueden usar a largo plazo.
La cirugía puede ser muy eficaz para el tratamiento de la endometriosis.
El proceso habitual consiste en una cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia) para diagnosticar y extirpar la enfermedad.
Las imágenes preoperatorias precisas pueden ayudar con la planificación quirúrgica, así como con el asesoramiento del paciente.
Si el tratamiento no tiene éxito, o si se sospecha una enfermedad grave que afecta al intestino, las vías urinarias o áreas pélvicas adicionales, o si hay consideraciones de fertilidad, se recomienda centros especializados.
Los centros dedicados a la endometriosis trabajan con equipos de especialistas que incluyen ginecólogos, cirujanos colorrectales, urólogos, radiólogos, especialistas en dolor, medicina y enfermeras especialistas. Estos equipos están orientados a proporcionar una atención continua centrada en el paciente.
El mensaje clave es considerar la posibilidad de endometriosis como diagnóstico para pacientes que presentan dolor pélvico.
Recordá:
- Los síntomas cardinales son períodos dolorosos y dolor en las relaciones.
- Asociar lo cíclico con cualquier otro tipo de síntoma de dolor que afecte el intestino y la vejiga.
- Recomentar a las pacientes que lleven un registro diario de síntomas.
- Asociar la endometriosis cuando una mujer consulta por múltiples episodios de dolor.
- Considerar una ecografía con un ecografista especializado.
- Una ecografía (o resonancia magnética) pélvica negativa no excluye la enfermedad.
- Utilice un enfoque gradual para el tratamiento, usando analgesia y apoyo hormonal dependiendo de los factores del paciente.
Referencia
(1) https://www.nice.org.uk/guidance/ng73/