La estenosis aórtica (EA) calcificada se caracteriza por infiltración lipídica de las valvas de la válvula aórtica e inflamación con fibrosis y calcificación posteriores.
Hay obstrucción del flujo de salida del ventrículo izquierdo (VI), comúnmente es causada por la calcificación de una válvula bicúspide congénita o de tres valvas normal, aunque la EA debida a cardiopatía reumática ocurre en áreas del mundo donde la enfermedad reumática la fiebre es endémica.
Los síntomas debidos a la EA grave, como la intolerancia al ejercicio, la disnea de esfuerzo y el síncope, se asocian con una tasa de mortalidad al año de hasta 50% sin reemplazo de la válvula aórtica.
La ecocardiografía puede detectar EA y medir la gravedad de la disfunción de la válvula aórtica.
Aunque las tasas de progresión varían, una vez que la velocidad aórtica es superior a 2 mts/seg, la progresión a EA grave suele ocurrir en 10 años.
La EA grave se define por una velocidad aórtica de 4 mts/seg o más, un gradiente medio de 40 mm Hg o más, o un área valvular menor o igual a 1,0 cm2
El tratamiento de la EA leve a moderada y de la EA grave asintomática consiste en educar al paciente sobre la progresión típica de la enfermedad; vigilancia clínica y ecocardiográfica a los siguientes intervalos:
3 a 5 años para la EA leve,
1 a 2 años para la EA moderada
6 a 12 meses para la EA grave
Y tratar la HTA, la hiperlipidemia y el tabaquismo según esté indicado.
Cuando un paciente con EA grave desarrolla síntomas, se recomienda el reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica (SAVR) o el implante transcatéter de válvula aórtica (TAVI), que restablece la esperanza de vida promedio.
En pacientes mayores de 70 años con bajo riesgo quirúrgico, la mortalidad por todas las causas a 10 años fue del 62,7% con TAVI y del 64,0% con SAVR.
El TAVI se asocia con una menor duración de la hospitalización, un retorno más rápido a las actividades normales y menos dolor en comparación con SAVR.
Sin embargo, la evidencia que respalda el TAVI en pacientes menores de 65 años y los resultados a largo plazo del TAVI están menos definidos que los del SAVR.
Para pacientes con EA grave sintomática, la guía del Colegio Estadounidense de Cardiología/Asociación Americana del Corazón de 2020 recomienda SAVR para personas de 65 años o menos, SAVR o TAVI para personas de 66 a 79 años y TAVI para personas de 80 años o más o aquellas con una mortalidad quirúrgica estimada del 8% o más.
Conclusiones
La EA calcificada es una afección crónica progresiva común entre los adultos mayores y se diagnostica mediante ecocardiografía.
Los pacientes sintomáticos con EA grave tienen una tasa de mortalidad de hasta 50% después de 1 año, pero el tratamiento con SAVR o TAVI reduce la mortalidad a la de los pacientes de control de la misma edad.
El tipo y el momento del reemplazo valvular deben basarse en directrices basadas en evidencia, la toma de decisiones compartida y la participación de un equipo valvular cardíaco multidisciplinario.
Referencia:
November 11, 2024. doi:10.1001/jama.2024.16477