Uso de dispositivos digitales en la niñez y las adicciones

Desde el nacimiento de las tecnologías para la información y comunicación (TIC), el uso en todas las poblaciones ha tenido observaciones negativas si se practica con exceso y exclusividad, especialmente en niños que dejen de exponerse a otros estímulos para su desarrollo y hagan de las TIC el único universo de influencia.

A los niños y adolescentes nacidos en el siglo XXI se los define como nativos digitales, nacidos en un entorno atravesado por tecnologías, lo que supone tanto oportunidades como desafíos para su desarrollo.

Se destaca que para un desarrollo infantil saludable son esenciales el juego, los vínculos afectivos y las interacciones de calidad con cuidadores y el entorno. Sin embargo, el uso temprano y excesivo de dispositivos digitales puede interferir negativamente en estas experiencias clave.

A medida que los niños crecen, se convierten en usuarios activos y competentes de lo digital, lo que exige un rol activo de los adultos, brindando acompañamiento, límites y ejemplo. También se enfatiza la necesidad de una alfabetización digital, que promueva un uso crítico, creativo y saludable de la tecnología.

Los jóvenes usan redes para informarse, entretenerse, relacionarse, identificarse y estar al tanto del entorno. En este contexto, surge el fenómeno del “miedo a quedarse afuera” (FOMO) y la construcción de una identidad digital, muchas veces alejada del control adulto.

El uso problemático o abusivo de la tecnología podría generar consecuencias negativas en la salud física, psíquica o social. Si bien no todo consumo problemático implica una adicción, pero toda adicción se inicia como tal.

El objetivo general del siguiente artículo es actualizar  los patrones actuales de consumo digital en niños y adolescentes, y sus efectos en el bienestar psicofísico.

¿Qué se considera un “consumo problemático”?

Se refiere a todo uso de tecnología que, por su frecuencia, duración o contenido, afecta de manera sostenida la salud física, emocional o social del usuario.

 

Adicciones conductuales: videojuegos y redes sociales

La adicción a los videojuegos ha sido reconocida por la OMS (CIE-11) como un trastorno de salud mental. Se caracteriza por pérdida de control, persistencia del comportamiento pese a sus consecuencias negativas, y deterioro de la vida personal, social o académica.
El circuito cerebral de la recompensa (dopamina) se activa con estímulos digitales intensos, lo que favorece conductas compulsivas, especialmente en cerebros adolescentes más vulnerables al placer inmediato y con menor control de impulsos.

Las redes sociales, por su parte, fomentan la comparación constante, el miedo a quedar afuera (FOMO), y la construcción de identidades digitales alejadas de la supervisión adulta. Estos entornos favorecen la aparición de ansiedad, insomnio, trastornos del ánimo y dificultades de concentración.


El fenómeno creciente de las apuestas en línea

Las apuestas deportivas y juegos de azar online representan una preocupación creciente en la población adolescente. La accesibilidad, falta de regulaciones y promoción en redes sociales han favorecido su expansión. El inicio se da entre los 14 y 15 años, muchas veces usando billeteras virtuales o perfiles de adultos.
Este tipo de juego puede evolucionar hacia ludopatía digital, con impacto en el estado de ánimo, aislamiento social, ideación suicida y dificultades económicas o legales.

Recomendaciones para familias y equipos de salud

-Acompañar el uso digital, configurando dispositivos en áreas comunes y con controles parentales.
– Establecer límites claros sobre el tiempo y contenido digital.
– Estimular otras actividades recreativas, deportivas y sociales.
– Estar atentos a cambios de comportamiento y consultar ante señales de alerta.
– Promover la alfabetización digital crítica, enseñando a identificar riesgos como el ciberacoso, contenido engañoso o adictivo.

Bibliografía
Artículo resumido directamente del original en
Pedrouzo SB, Krynski L, Melamud A. Nuevas tendencias en el consumo y utilización de redes sociales y videojuegos. Consumos problemáticos. El fenómeno de las apuestas en línea. Arch Argent Pediatr. 2025;123(2):e202410459. https://doi.org/10.5546/aap.2024-10459

 

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