El uso nocivo de alcohol es uno de los cuatro factores de riesgo prevenibles de desarrollar enfermedades no transmisibles, junto al tabaco, la alimentación no saludable y la inactividad física. Dicho consumo ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo de muerte prematura y discapacidad a nivel mundial y es el principal factor de riesgo de muerte y discapacidad para las personas de 15 a 49 años.
En los últimos años, y acompañando la tendencia internacional, se evidenciaron en nuestro país cambios en la modalidad y el patrón de consumo de bebidas alcohólicas en adolescentes, especialmente en las mujeres, con una edad de inicio cada vez más temprana: el 77,1% de adolescentes argentinos de 13 a 17 años consumió alcohol por primera vez antes de los 14 años. Por otra parte, el 19,9% de las personas gestantes refirieron haber tomado bebidas con alcohol algunas veces durante el embarazo y 0,4% haberlas consumido de manera frecuente.
Les dejamos a continuación el link a la Guía de Práctica Clínica Nacional para reducir el consumo de alcohol, que tiene como propósito ofrecer recomendaciones basadas en evidencia de la mejor calidad disponible sobre detección temprana y abordaje del consumo de riesgo y/o perjudicial de alcohol, desde una mirada integral, en el marco de la intervención breve, contribuyendo a disminuir la morbimortalidad, así como la estigmatización y los prejuicios sanitarios y sociales asociados a esta problemática.
¡Gracias @alejandrinalosasso por proporcionarnos la guía en cuya creación participaste en representación de la FAMFYG!