Sabemos, por experiencia de vida, que necesitamos soltar. A lo largo de nuestra tarea cotidiana nos vamos cargando con historias, dolores, angustias propias o ajenas. Nos encontramos con personas que atendemos, con quienes empatizamos, estamos presentes en cuerpo completo (es decir física, intelectual, emocional y espiritualmente) acompañando sus procesos, metiéndonos en su contexto. Y si bien tenemos técnicas para poder mantener una distancia adecuada frente al dolor ajeno y volver a casa y seguir con nuestra vida, no siempre nos sale como quisiéramos. Hay  veces que esas historias nos siguen, como pegadas al cuerpo.

Te proponemos una manera sencilla y rápida para sacarte esas sensaciones, esas cargas que no pudieron ser bien tramitadas oportunamente.

Quizás al final del día, luego de atender, podés tomarte unos minutos para vos, en algún lugarcito cómodo, y soltar pesos y preocupaciones.

Como hemos dicho en otras oportunidades, nuestro cuerpo es un gran aliado para estas cosas, y cuando siente que suelta, algo en nuestro aparato psíquico lo acompaña.

Soltar, descargar… son acciones fundamentales para poder seguir adelante en nuestra tarea de una manera más liviana.

A través de este audio te proponemos cómo hacerlo: Escuchar audio.